Lecciones de una elección 3 – Alternancia Política

3. La alternancia es indispensable en la democracia.

                La longevidad de un regimen político o de un partido, convierten al estado en una madeja compleja de intereses y en un sistema complicado y casi intocable de intereses, menciona el filósofo italiano Michelango Bovero. De ahí, que sea necesario que haya cambios en el poder, más la alternancia por si sóla no habla de una democracia sana o de calidad, dbe combinarse con el elemento indispensable de la democracia, el voto universal y libre.

                Cambiar de gobierno, de partido, es sano para dejar que el estado respire aire fresco y nuevo, personas de buenas intenciones y que llegan con un proyecto de nación tengan la oportunidad de dirigir la vida del país y lo conduzcan con una visión centrada en el beneficio de México y no de grupos particulares. El problema viene en el momento es que el voto universal y libre se vea influido por los mismos partidos que aprovechando las necesidades de pueblo, se vean beneficiados por la “decisión del pueblo”.

                Cuanto es poco y hasta donde es mucho tiempo para gobernar lo deciden los mismos partidos con su desempeño; hubo en esta elección ejemplos de alternancia en los estados, en Jalisco, se buscó un nuevo color y quieren dar oportunidad de que el tricolor vea por las necesidades e intereses del pueblo, tema que al parecer se olvidó el blanquiazul. En Jalisco después de 18 años de PAN, ven en el PRI la oportunidad de mejora. Así en otros estados como Morelos o Tabasco.

                Los que me increparon por cambiar el color de mi voto, no comprendían que dejar que un solo partido sea quien domine la escena vuelve al país y al estado poco competente, deja de rendir cuentas y se duerme en el asiento de la comodidad. Por eso es importante que las personas leamos y juzguemos las acciones de los gobiernos, que vayamos por las propuestas y no por las imágenes, para que nuestra elección de oportunidad a otras alas a llevar al país a otros horizontes. No veo al país dominado sólo por ideas liberales o populistas de la izquierda, ni por visiones de derecha controladora o menos aun de un centro sin definición, que se mueve según la marea social y las olas de la economía mundial. Todos son opciones siempre que haya detrás una verdadera competencia política.

                Veo un México que cambia de un lado a otro en su presencia política, pero todos ellos con una sola idea en mente, darle a México un mejor país, un mejor pueblo, más educado y con opciones y oportunidades de ver el mundo que desean para ellos y sus familias.

                Por el momento lamento que la conciencia de muchas personas se haya puesto en juego por la aparente influencia que se ejerció sobre ellas, si fue así, no hubo democracia, no hubo voto libre; en consecuencia, no hubo una alternancia democrática, sólo fue de poder. De comprobarse que no hubo esa influencia, apoyemos al país, no necesariamente al color del gobierno, a que se conduzca hacia el camino del crecimiento y esperemos a la siguiente ocasión para dar una nueva oportunidad a la alternancia.

Lecciones de una Elección – Lección 2 – Memoria Histórica

2. Tenemos una memoria histórica muy corta

Si la clave del éxito de las instituciones y las naciones está en mejorar de forma continua, como se espera que un país progrese sin tener una visión crítica de su historia, que le permita no cometer los mismos errores y proponer cambios que lo hagan crecer.

Como mencioné, las votaciones por imagen no nos permiten ver más allá de lo que ofrecen los medios de comunicación; sin embargo, la ocupación por investigar, juzgar y actuar es personal; nadie lo puede hacer por mi mismo.

Veamos números que nos ayudan a entender esta lección, el nivel educativo de la población es de 7.2 años promedio y las cifras de la SEP dicen que el 93% de la población sabe leer y escribir; interesante, podríamos decir que casi todos los méxicanos que votan pasaron por las aulas y tuvieron algunos cursos de historia. Vamos por más, de acuerdo con la prueba ENLACE del 2010 en materia de Historia de México, sólo el 20% de los niños de primaria aprobó de forma excelente o buena; en tanto, para los niños de secundaria el 24% alcanzó niveles aprobatorios; considerando que ellos se preparan para una prueba, quiero pensar que ese 20% y 24% de los niños, en 10 años tendrán una mejor percepción de la historia. El otro 80%, ¿que pasará con ellos?

¿Que hay de los jóvenes y adultos?; el saber historia no sólo es un asunto de los niños, sino también de toda la población que nos ocupamos de leer y conocer más acerca de la vida de nuestro país… ahh quizás ahí tengamos una respuesta, LEER. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Lectura hecha por CONACULTA, sólo el 56.4% de los méxicanos dicen leer, pero de ellos el promedio nacional es de 3 libros por año, lo cual puede variar de acuerdo con el nivel socioeconómico y el grado de estudios. La misma encuesta, habla de que los libros más leidos son los textos escolares y los menos leidos son los temas de política, en medio de ellos encontramos un sinfín de temas. Los favoritos del público son: La Biblia, Cien Años de Soledad, El Principito, El Codigo Da Vinci, Un Grito Desesperado y Harry Potter.

La prueba PISA 2009 de Comprensión de Lectura calificó a los estudiantes mexicanos como poco competentes en lectura, una vez aplicada una prueba que mide la capacidad de acceder y recuperar información, comprender e interpretar, reflexionar y evaluar. Los niveles 4-6 indican que los alumnos son capaces de lograr metas propias, desarrollar sus conocimientos y potencial personal y participar en la sociedad y ahí sólo está el 6% de ellos.

¿Y que con todo esto? ¿Qué tiene que ver con las elecciones? Es imposible pedirle a un pueblo, que no tiene los hábitos de lectura, ni capacidad lectora, que genere una memoria histórica que lo defienda de los errores del pasado, que lo lleve a tener una reflexión de los hechos y muchos menos que tenga un juicio crítico ante los escenarios de injusticia.

Como país, estaremos condenados a vivir el ciclo que la cúpula política decida, en tanto no haya una prepración en los ciudadanos. A los niños, adolescentes y jóvenes, debemos conducirlos y prepararlos; nosotros adultos, debemos leer más, ver menos, escuchar menos, y si reflexionar, evaluar, juzgar y discernir.

Segunda lección aprendida, no le podemos exigir al pueblo, lo que no tiene; memoria histórica muy corta.

Lecciones de una Elección – Lección 1

  1. Imagen vs Propuestas

Es este el primer mal sabor de boca con el que me quedé en estas elecciones; no es que lo desconociera, pero nunca más evidente lo que el marketing de medios puede hacer a favor de un o en contra de una persona. Estas elecciones no fueron de propuestas, sino de mensajes correctos, de caras bien maquilladas, de moda y si, de un buen producto envuelto con los colores adecuados y presentado con promesas estudiadas.

Las discuciones entre los ciudadanos, hablo de mi círculo, no eran sobre las propuestas, ya de por si difíciles de entender, sino de lo que podría pasar si llegaba una persona u otra a la presidencia, si nos volveríamos una república amorosa, o un país en guerra de narcotraficantes o si volveríamos a la tierra de los dinosaurios, sólo especulaciones y juicios de valor respecto a la percepción del candidato y su partido.

Bajo este parámetro, me parece que es muy sencillo para cualquier candidato trabajar su campaña, si al final lo que importa es su imagen y la del partido, entonces basta con maquillarse un poco, dar una serie de mensajes bien preparados y aventar un par de juicios sobre el pasado de los adversarios o bien inventar una historia creible que no necesariamente cierta, sobre otro candidato para mejorar en la percepción de la gente. Si a esto le agregamos algunas casas encuestadoras bien dispuestas a mandar un mensaje de triunfo, nos queda un caldo político suficiente para poder alcanzar una meta.

Y entonces, ¿qué pasó con las propuestas? Ellas siguen brillando por su ausencia, porque si se trata de prometer escuelas, hospitales, terrenos, etc., suena genial para quien su visión del mundo está centrado en las necesidades básicas, situación que aprovechan los candidatos para obtener la mayoría de sus votos. Más que nos dicen de la economía, de las relaciones exteriores, del manejo de la energía, de la seguridad, de la educación en su amplio sentido, de la política de estado, el manejo del gasto publico. Apenas llegue a escuchar entre mis allegados opiniones o críticas al respecto, nada de investigación, de ocuparse en leer las platarformas electorales, de leer las acciones que se daban en el interior de los partidos, leer columnas de especialistas y discutir sobre sus posiciones.

Hablar de política dejó de ser un buen tema para la familia, bajo el pésimo argumento de “en religión y política nadie se pone de acuerdo”, se ha dejado el tema como un tabú. La discusión fraterna se ha perdido y se sataniza el poder intercambiar ideas, dar hechos y principalmente fomentar la tolerancia y el respeto. Hace algunos años, hablar con mi padre de política era una carrera de exposición de argumentos para hacernos pedazos y lograr vencer al otro, más con el paso del tiempo hemos aprendido a que vemos el mundo diferente, pero que en cado uno, hay una visión de lo mejor, yo he aprendido que su experiencia me da información que me hace falta para ver el futuro y el se ha dado cuenta que mis argumentos hablan de un cambio en lo social, de una generación que queremos mejorar.

Tristemente, abrir el debate entre los amigos, familiares o colaboradores da pie a etiquetas que nos marcan y definen como personas de colores diferentes y que no ayuda a que las opiniones vayan al fin ultimo de la discución que es el “Bien Común”. Si la discución nos lleva a pelear en lugar de encontrar las coincidencias, el mejor escenario parece ser quedarse callado y seguir la “fiesta en paz”.

Con un electorado que no sabe discutir, que no es tolerante y que no se respeta, las propuestas quedan en un plano vacío, que no se toman en cuenta, que tienen poco peso, porque los paradigmas que se forman alrededor de los candidatos o partidos son mucho más fuertes y definen la “NOVELA” que la población quiere ver.

Ahora tenemos, en consecuencia, una novela de 6 años, con un color tricolor y que con pocas propuestas hemos llevado a la “Silla”. Nos ocuparemos para que en las siguientes elecciones haya espacios de discución de plataformas o nos quedaremos eligiendo nuevamente por un “producto” bien enlatado y a modo con nuestras necesidades.

Lecciones de una Elección

Han pasado unos días desde que culminó el proceso de elección de presidente, representantes en el congreso y gobernadores; meses que nos tuvieron a toda la población en candente discusión sobre “la mejor opción” o quizás “la menos mala”; para gusto de unos y disgusto de otros ya tenemos un presidente electo y un congreso definido, lo cual nos tocará vivir, en los siguientes 3 y 6 años, según sea el caso, más me daba vuelta por la cabeza si todo el asunto se termina en el momento en que se deposita el voto y salgo de la casilla, ¿tantas emociones para un instante?, si así fuera, podría decir que es un coito social precoz e insatisfactorio. ¿Entonces? Pues de ahí, nace mi idea de exponer primero lo que este momento me ha enseñado y traer a la memoria, los hechos de otras elecciones que me permitan puntualizar el aprendizaje y a partir de ahí proponer hechos, que al menos amí, den la oportunidad de vivir los siguientes ejercicios electorales sin el cargo de conciencia de saber que se pudo haber hecho algo distinto.

He aquí, las 11 lecciones aprendidas de esta elección del 2012.

  1. Imagen vs Propuestas
  2. Tenemos una memoria histórica muy corta
  3. La alternancia es indispensable en la democracia
  4. No todo es la Presidencia, ¿El Congreso que?
  5. Exigir al los representantes populares, no sólo después de la elección
  6. La ceguera de la intolerancia
  7. Todos queremos un cambio
  8. ¿Rebeldía o Derecho?
  9. Los números en los que creemos y lo que no entendemos
  10. Voto por mí o por México
  11. Geografía de la Elección

Con el paso del tiempo, comentaré al respecto cada una de ellas. Al final, propondré otra serie de ideas para actuar en el futuro.

Veamos que opinan los demás.